viernes, 19 de febrero de 2010

RIGOLETTO (VERDI): La donna è mobile


En un baile en la corte del duque de Mantua, el jorobado bufón Rigoletto se burla de los cortesanos mientras el desenfrenado Duque coquetea con las mujeres de éstos. El bufón se ríe a la vez que les inventa planes para que planeen su venganza contra el Duque. El conde Monterone suplica al Duque que le entregue a su deshonrada hija, pero es cruelmente ridiculizado por Rigoletto. Enfurecido, Monterone pidió al cielo que cayera una maldición sobre el aterrorizado bufón.
Afuera de su casa, Rigoletto encuentra a Sparafucile, un asesino profesional, pero le dice que no necesita de sus servicios. Rigoletto previene a su hija y la obliga a permanecer encerrada en su casa. Ella no le revela a su padre que se ha enamorado de un apuesto joven que conoció camino a la iglesia. El objeto de sus aflicciones es el Duque, quien aparece en cuanto Rigoletto se va de la casa, sobornando a la niñera de Gilda a recibirlo y a hablarle bien de él a Gilda. El la engaña a ella diciéndole que es un pobre estudiante. Luego de su partida, los cortesanos llegan para raptar a Gilda, creyendo que es la amante de Rigoletto. Ellos engañan al bufón para que los ayude, haciéndole creer que es la Condesa Ceprano a quien están raptando de la casa vecina. Cuando él se da cuenta lo que ha ocurrido, queda sumamente aturdido y recuerda la maldición.
Los cortesanos describen el rapto de Gilda al Duque. El cual se siente encantado al descubrir que ella ha sido llevada a su palacio y lo espera en su habitación. Entra Rigoletto al palacio fingiendo indiferencia pero buscando desesperadamente signos del paradero de su hija. Cuando se entera de lo que realmente sucedía, primero comienza a maldecir, pero luego ruega a los cortesanos que le devuelvan a su hija. Gilda aparece y Rigoletto jura venganza al Duque.

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