miércoles, 17 de febrero de 2010

LA TRAVIATA

Violeta, distinguida cortesana parisiense, se enamora de Alfredo Germont, con el cual se va a vivir a una quinta próxima a París. El padre de Alfredo intenta que su hijo vuelva a la vida ordenada, y, convencido de que el amor puede más que su autoridad, se humilla y va a rogar a la amada de su hijo que termine aquellas relaciones que tanto perjudican a Alfredo. Violeta convence al anciano de la sinceridad de su amor, y, sacrificándolo por el bien de su amado, se va de la casa y deja escrita una carta frívola y cruel. Alfredo, herido por el desengaño y picado por los celos, ofende grave y públicamente a Violeta, y entonces su padre le explica lo sucedido y la grandeza del amor de ésta.
Alfredo va a ver a Violeta para pedirle perdón. Violeta está muy enferma, y sólo le quedan unas pocas horas de vida. En éstas, ambos recuerdan la época buena de su amor, y Violeta muere en sus brazos.

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