miércoles, 21 de diciembre de 2011
miércoles, 14 de diciembre de 2011
UNA SALIDA AL TEATRO (BLOG DE GUILLE)
Guille nos deleita esta vez, describiéndonos una salida escolar de un grupo de jóvenes a visitar un teatro, en el que los sentimientos de un incipiente amor juvenil afloran desde el primer párrafo.
Para acceder pulsa este enlace: http://guille-unlugarenelmundo.blogspot.com/2011/01/una-salida-al-teatro.html
sábado, 10 de diciembre de 2011
martes, 22 de noviembre de 2011
LA MÁSCARA DEL ZORRO
México, 1821. Un enmascarado y aclamado héroe popular, conocido como el Zorro, lucha con éxito contra la opresión colonial española en la Alta California, representada por el tiránico gobernador don Rafael Montero. Sin embargo, la víspera de la liberación de México, Montero descubre que la secreta identidad del Zorro es la de don Diego de la Vega. Un inesperado ataque contra la casa del rebelde, se salda con su captura, la muerte de su mujer, el secuestro de Elena, su única hija, y la destrucción de sus propiedades. Veinte años después, Montero regresa del exilio con Elena, que ignora la identidad de su padre, y se propone comprar California al Presidente de México, el General Santa Anna. Cuando don Diego de la Vega se entera, escapa de la prisión dispuesto a vengarse de Montero. Parte del plan consiste en adiestrar y transformar a Alejandro Murrieta, un bandolero con un tortuoso pasado, en el nuevo Zorro, para que le ayude a frustrar los planes de Montero de una vez para siempre. Murrieta se hará pasar por un rico hacendado español dispuesto a ganarse la confianza de Montero. (FILMAFFINITY)
viernes, 11 de noviembre de 2011
CZARDAS (MONTI)
Fuente: Jennifer Jeon
viernes, 4 de noviembre de 2011
FIESTAS DE LA VIRGEN DEL CAMINO
M O L L E D O
FIESTAS DE LA VIRGEN DEL CAMINO ( 2005 )
P R E G O N
Precioso Valle de Iguña
que tienes en ti a Molledo
como está siempre la uña
lo más unida a su dedo
Al dedo de Nuestra Señora
Madre, Virgen del Camino
que señala desde otrora
la senda al buen peregrino
Molledo, de lo más devoto
con su Virgen del Camino
tiene desde muy remoto
el reconocimiento divino
Qué admirable resulta a los visitantes el poder comprobar la singular devoción de las gentes de este maravilloso, fértil e histórico valle con su patrona, puesta una vez más de manifiesto en la solemne procesión que momentos antes se celebraba, en una verdadera exaltación de fe que viene desde muy antaño y que en los tiempos que corren, nada sobrados en lo que a valores fundamentales de las personas se refiere, alcanza en Molledo una muy alta dimensión humana y espiritual.
Como bien se dijo aquí en su día, las fiestas en honor de Nuestra Señora la Virgen del Camino representan cada edición una nueva piedra en la fantástica construcción de su trono, que es el propio pueblo de Molledo, consiguiendo año tras año que sea más firme, sólido y deslumbrante.
Haciéndole lo refulgente que también resultan esos hermosos versos que hace tres décadas dedicaba el entonces director de El Diario Montañés a la Patrona del Valle de Iguña, de los cuales entresacamos:
Señora, porque Tú sabes
del dolor del peregrino
haz que resulten suaves
las durezas del camino
Con el timón de tu mano
y con tu maternal mirada
un resplandor soberano
da firmeza a mi pisada
Que así iré con alegría
paso firme, afán divino
al ser Tú quien me guía
Señora, por el camino.
Por este camino de la Cuenca del Besaya que ante el acontecimiento nacional que representó el Xacobeo 2004, hay que recordar cómo en la recuperación de los Caminos a Santiago de Compostela el Consejo Jacobeo Español le incluyó como nexo entre el Camino de la Costa y el Camino Francés, reconociendo oficialmente que el municipio de Molledo forma parte de las rutas jacobeas hispanas; basándose para ello en la existencia real del Santuario de Nuestra Señora de la Cuesta, con su hospital para transeúntes y peregrinos, en Los Corrales de Buelna, y en la ermita de Nuestra Señora del Camino, en Molledo.
Una ermita en la que se venera con inusitada fe a la Virgen del Camino desde que se apareciera dos veces en sus inmediaciones hace cuatro siglos, en un anuncio inequívoco de que deseaba convertirse en Patrona del Valle de Iguña; y mayor rango para este camino gracias al testimonio fehaciente de antigüedad y significado mariano que constituye el templo.
Molledo, lugar de paso, suele oírse algunas veces con gran desconocimiento de su larga y prominente historia, marcada en buena parte por una comunicación que se remonta a la época romana y tiene su fiel exponente en los restos que aún existen en el municipio de la calzada que comunicaba la ciudad de Julióbriga (Retortillo) con Portus Blendium (Suances); por otra vía de comunicación, el Camino Real, que tuvo una importancia vital en el comercio con América, facilitando el transporte de cereales hasta el Puerto de Santander en caravanas de carros y ganados; y que se vio complementada en el siglo XIX con el ferrocarril, siendo Molledo uno de los primeros lugares de esta región a donde llegaría el mismo, corroborando su importante emplazamiento en las comunicaciones con el resto de España, lo que le ha dado siempre un nombre y relevancia que para sí quisieran multitud de lugares medio ignotos.
Y es que su ubicación en tan importante ruta nos lleva a recuperar algunos datos que parecen perdidos en el tiempo, como era hace casi dos siglos la oferta de la compañía La Castellana de viajar en diligencia de Santander a Valladolid en treinta horas, comiendo en Molledo, cenando en Osorno y desayunando en Palencia. O el paso por aquí de Carlos V, que recuerda la Casa de los Tiros, donde se hospedó el emperador el día 16 de julio de 1522, festividad de Nª Sª del Carmen, tras su desembarco en Santander y en ruta hacia Castilla con un gran séquito de soldados y un largo convoy de 74 piezas de artillería de toda clase y calibre, dejando tres de ellas como recuerdo de su alojamiento en Molledo, elegidas como símbolo del escudo municipal.
Molledo, representativo en tantos aspectos de una Cantabria antigua y profunda, enriquece su plano histórico con ese Monumento de Interés Histórico Artístico que es la iglesia de San Facundo y San Primitivo de Silió, del siglo XII, una joya arquitectónica del más genuino estilo románico de Cantabria, construida sobre un monasterio que se fundó el 2 de febrero del año 938, por privilegio del Rey Alfonso VI, siendo entonces uno de los más importantes de España.
Pero los artífices de los trazos que más resaltan en el plano histórico de este municipio abierto, alegre, sabio y fecundo, deben ocupar un lugar preponderante en el recuerdo, por su inestimable aportación al Molledo de hoy.
Molledo, antiguo y señorial, elegido por relevantes personalidades para el descanso, tanto por su particular belleza paisajística como por su vida apacible, ha sido cuna de personas ilustres que le han distinguido siempre de forma excepcional. Entre ellas, Sixto Gutiérrez Cueto, capitán de fragata y fundador de ciudades; César Silió, ministro de Instrucción Pública de Alfonso XIII; Gil de Siloé, autor de los sepulcros de Juan II y del infante D. Alfonso; Jorge Bustamante, traductor de importantes obras literarias; Fidel García Lomas, diputado en gran número de legislaturas y que se acreditó como uno de los más sabios juriconsultos de su tiempo; su hermano, Juan Manuel García Lomas y García del Barrio, nacido en Molledo el 23 de junio de 1826, donde falleció el 5 de agosto de 1870, y que fue uno de los mejores ingenieros navales que ha tenido España, bajo cuya dirección se construyó la fragata de guerra Villa de Madrid, botada en 1862 y que formó parte de la escuadra que a las órdenes de Méndez Núñez combatió en la Guerra del Pacífico; el descendiente de éstos, José Mª García Lomas, director general de Ferrocarriles y Transportes…
Capítulo aparte merece el poeta Evaristo Silió, nacido en Santa Cruz el 26 de octubre de 1842. Pudo ser uno de los grandes poetas españoles de no haber truncado su vida una enfermedad cuando tan solo tenía 31 años. Así lo avalan nuestros eminentes literatos Marcelino Menéndez Pelayo y José María Cossío, prodigándose en elogios sobre su obra e ingenio. Silió, el lírico de arpa más laboriosa del siglo XIX fue cantor de su tierra, siendo su musa melancólica como las tinieblas que cubren los picachos de estos valles, según refería un historiador cántabro.
Lo mismo hay que decir del ilustre marino Joaquín Bustamante y Quevedo, nacido también en Santa Cruz cinco años más tarde. Participó valerosamente en diversas e históricas contiendas navales, dentro de una meteórica carrera militar en la que a su vez destacó por sus trabajos científicos, concediéndosele en 1881 tres Cruces del Mérito Naval y llegando a ser Comandante de Marina y Jefe de Estado Mayor de la Escuadra del Almirante Cervera.
Pero, sin duda alguna, el hijo de Molledo más insigne y universal es Leonardo Torres Quevedo, “el más prodigioso inventor de su tiempo”, que en 1918 llegó a rechazar la cartera de ministro de Fomento que le ofreció el marqués de Alhucemas.
Se cumplen por estos días catorce años de que este pregonero informaba en la prensa regional sobre la entrega en Molledo del Premio “Leonardo Torres Quevedo”, en su quinta edición, a The Niagara Parks Commissión, una institución gubernamental de la provincia de Ontario (Canadá), bajo cuya jurisdicción se encuentra el “Niagara Spanish Aerocar”, transbordador sobre el río Niágara del ilustre ingeniero y científico iguñés de Santa Cruz.
No deja de ser verdaderamente asombroso que tras su inauguración el 15 de febrero de 1916, dicho invento, concebido y experimentado en Molledo sobre el río León, continue aún en funcionamiento a pesar de la notable evolución tecnológica experimentada a lo largo de casi un siglo, habiéndose convertido en uno de los medios de transporte público más antiguos del mundo y que continua siendo una gran atracción turística tras haber aportado distracción y disfrute a millones de visitantes, llevando desde el principio incorporada en su nombre la palabra España.
¡Cuánto tiene Molledo en su haber¡.Cuánto debieran fijarse otros pueblos en la defensa a ultranza de sus tradiciones y costumbres para conservar sus raíces y principales señas de identidad, que constituye un vivo ejemplo en esta Comunidad Autónoma.
Ahí está La Vijanera, primer carnaval del año y llamativo rito ancestral relacionado con las fiestas paganas de los romanos en el culto que rendían al Dios Jano para que protegiese sus rebaños y los límites del pueblo, una escenificación catalogada como Fiesta de Interés Turístico Regional que cada primer domingo del año reune en Silió a miles de visitantes.
Ahí está “La Maya”, que cada 25 de julio, festividad de Santiago Apóstol, es levantada en la plaza de dicho pueblo por los jóvenes. Una cucaña formada por el ensamblaje de los mejores ejemplares de la especie arbórea por excelencia del extenso y frondoso monte Canales, el valioso roble, buscando quizás con su altura de treinta metros ese dominio visual que tiene el Pico Jano, testigo mudo de una, parece, inundación de todo el valle hace ocho siglos.
Ahí están las ferias de ganado, un evento ganadero que en el caso de la Feria del Camino se remonta, como poco, a dos siglos antes, ya que a mediados del siglo XIX figuraba en una relación de ámbito nacional y con una duración de tres días. En ella se vendían hace un siglo las vacas en reales, a un precio hoy equivalente a sesenta céntimos de euro. Cabañas amplias de vacas tudancas bajadas de las brañas a la Feria del Camino, al igual que se hará mañana en una demostración evidente del empeño de este pueblo por conservar la raza autóctona. Cabañas de ganado de otras razas, luciendo todas ellas en Madernia los grandes campanos terciarios, hechos muchos de ellos por afamados artesanos de este pueblo, cuyas obras han llegado a diversos puntos de Europa e incluso de América. Los buenos campanos han venido pasándose entre generaciones, de forma que,
El que era de mi güelo
que está en la gloria
lo jorrico tó los días
pa tenelo en la memoria
Ahí están los bolos, otra apuesta de este municipio porque no decaiga en ningún momento el vernáculo deporte. Se disputaba esta tarde el XVI Memorial Juan Alvarez, que fue presidente de la Federación Cántabra de Bolos y que en vida, desde su condición de hijo de este pueblo, tanto aportó a las fiestas con numerosas y muy brillantes colaboraciones en los programas, con un claro testimonio en cada una de ellas del inmenso amor que profesaba al mismo. Fue una gran autoridad en el mundo de los bolos y resulta fascinante cómo describía tan antiguo juego:
“La combinación indudable de habilidad y virilidad, la conjunción imprescindible de concentración física y mental, el enfrentamiento individual con unas dificultades preestablecidas, encuadran los bolos como un juego que encierra en sí ese aliento anímico que le hace imperecedero”. ¡Que magistral definición¡.
Así es Molledo en la defensa de sus tradiciones, bien sea en cualquier momento del año, bien en el marco de unos festejos de lo más enraizados en el sentir popular.
Así es Molledo, un cántico a la naturaleza, reflejado en su fauna y en su flora, con árboles singulares y su pertenencia a la Reserva Nacional de Caza del Saja, a la vez que antesala de este Paisaje Sobresaliente del Inventario Nacional.
Así tiene escrito Molledo un brillante pasado bucólico de excelentes y variadas producciones en sus tierras de Santa Cruz, Helguera, Cobejo, San Martín de Quevedo, Silió, Santa Olalla y la capital del municipio, bañadas por el río Besaya y sus afluentes. Aunque no cabe tanto lo de un Molledo meramente rustical, ya que este municipio tuvo bastante que decir en la industrialización de Cantabria. En 1650 se construyó una ferrería en Helguera que llegó a producir 2000 quintales, unas 150 toneladas. En el siglo XIX se contaba con varias fábricas de harinas, así como alguna de queso, como era el caso de “La Tierruca” en San Martín de Quevedo, llegándose a producir a principios del siglo XX en Molledo 100.000 kilogramos de queso al año, el mayor volumen de toda la región. Lo mismo hay que decir en cuanto a la obtención del cobre partiendo de otros minerales, ya que también existió una importante actividad minera. Luego se contó con una serrería, una fábrica de muebles, y cómo no, con Hilatura de Portolín, con más de un siglo de existencia y que ha venido sufriendo en tan larga trayectoria continuos vaivenes del mercado, encontrándose en estos momentos en una situación crítica y con un futuro muy incierto, debido a una despiadada globalización y fortísima competencia de los países del Este. Molledo no puede resignarse a perder una actividad industrial de más de una centuria, así como así. Su inestimable aportación a la mejora de la economía de nuestra tierra durante tantos años es clarividente, por lo que el Gobierno de Cantabria debe sin más dilación buscar una alternativa para que este municipio cántabro no experimente en modo alguno más pérdida de puestos de trabajo que los que desde hace años le vienen afectado por la recesión industrial de la comarca del Besaya. ¡Así lo reclamamos todos, hoy, en voz muy alta, en sus fiestas patronales¡.
Esto es Molledo, con su pasado y su presente, con sus gentes nobles, sanas, alegres y generosas, de cuya amistad goza este pregonero por haber convivido con muchas de ellas desde niño, en los estudios y en el trabajo, teniendo ocasión de comprobar la sublime pasión que todos los iguñeses ponen en sus fiestas de la Virgen del Camino.
Los iguñeses en mi vida
tienen marcada su huella
borrarla sería una herida
nunca renunciaré a ella
Desde la apremiante necesidad que tiene el cuerpo y el espíritu de un alto en el agobiante cotidiano, vayamos dando paso a la fiesta, sumándonos todos a la alegría imperante por el bullicio y la diversión, con la cita de un bonito verso de Evaristo Silió en un día como este:
Hoy es fiesta, hay romería
delante de mi balcón
huya ante tanta alegría
la eterna melancolía
que me oprime el corazón
Vayamos dando paso a un amplio, selecto y fantástico programa de fiestas de Nuestra Señora la Virgen del Camino, que convierten a Molledo en punto de encuentro de una de las fiestas populares de mayor arraigo en Cantabria.
Es un programa de fiestas
lleno de cariño e ingenio
no las hay como estas
ni las habrá en el milenio
¡ VIVA LA VIRGEN DEL CAMINO ¡
Paulino Laguillo García-Bárcena.
Paulino Laguillo García-Bárcena.
sábado, 8 de octubre de 2011
DELIVERANCE
Pey nos propone este tema en el que cuatro amigos de la gran ciudad van a pasar un fin de semana en los bosques Apalaches, donde piensan practicar la pesca en canoa. Su ansiada aventura se transformará en una angustiosa pesadilla, al convertirse en víctimas de un grupo de salvajes habitantes de la zona. Éstos se divertirán con los cuatro visitantes, sometiéndolos a todo tipo de vejaciones. Para salir vivos del bosque, no sólo tendrán que enfrentarse a ellos, sino que deberán remontar las durísimas e implacables adversidades naturales. Candidata a tres Oscar en las categorías de mejor película, mejor dirección y mejor edición. (HOYCINEMA)
miércoles, 21 de septiembre de 2011
VIVALDI-LAS CUATRO ESTACIONES- OTOÑO (Allegro)
PINTANDO OTOÑOS
En un pintoresco entorno
un balcón se muestra noble,
su barandilla es de roble
y de castaño los tornos.
En un tendal cuelga ropa
y deja ver entre flecos,
dorarse unos frutos secos
que cayeron de su copa.
Los geranios, los rosales,
declinan en su belleza,
un sauce muestra tibieza
y no cantan los zorzales.
La casona muestra sombras
por sus esquinas de piedra,
en las gárgolas hay hiedra
que va tejiendo su alfombra.
Hasta el blasón del escudo
tiene una letra borrada,
la tarde quieta y callada
en su silencio hace nudos.
Se fueron las golondrinas,
ya no hay ruido en la bolera,
quedan unas agrias endrinas
e higo “hinchón” en las higueras.
Baila entre chopos la brisa,
mezclando hojas con hojas,
que ya marrones o rojas
del Otoño nos avisan.
El bosque se muestra intenso
con sus gamas de acuarela,
el ciervo ya brama tenso,
el cuco está en duermevela.
El arroyo se retuerce,
los caminos dan sus polvos
y existe un ego te absolvo
que en el mismo escajo crece.
La luz apaga la tea
de un verano que se aleja,
la otoñada se recrea
por entre la vid añeja.
Los páramos, los pinares,
en su quietud ya sestean,
los grillos trovan cantares,
las nubes se contonean.
Es un declive engañoso,
pues es la fuerza de un viejo,
es Otoño… pero es tejo,
que en su pereza…es hermoso.
Sólo es fase estacional,
aureola de un reverso,
regalo del Universo
que une principio y final.
Tinuco (septiembre 2011)
domingo, 18 de septiembre de 2011
DOCTOR ZHIVAGO
Conchi nos sugiere esta película, que nos habla de Rusia y la revolución bolchevique (1917). La guerra produce una convulsión general en un país dividido. En medio del conflicto, asistimos al drama íntimo de un hombre que lucha por sobrevivir. Este hombre es Zhivago, poeta y cirujano, marido y amante, cuya vida trastornada por la guerra afecta a las vidas de otros, incluida Tonya, su mujer, y Lara, la mujer de la que se enamora. (FILMAFFINITY)
viernes, 9 de septiembre de 2011
LA VIDA ES BELLA
Dedicatoria: Dedicado especialmente a Fermín Revuelta, Alfonso Ochoa, Tino Calleja, Juanma Campuzano, Ana del Riego y Martina Moreno, que hoy cumplen años, a Jesús Gil, que los cumplió ayer y, por anticipado, a Chema Ruiz, que los cumple mañana.
Sinopsis: Unos años antes de que comience la Segunda Guerra Mundial, un joven llamado Guido llega a una ciudad de la Toscana (Arezzo) con la intención de abrir una librería. Allí conoce a Dora y, a pesar de que es la prometida del fascista Ferruccio, se casa con ella y tiene un hijo. Al estallar la guerra, los tres son internados en un campo de exterminio, donde Guido hará lo imposible para hacer creer a su hijo que la terrible situación que están padeciendo es tan sólo un juego. (FILMAFFINITY)
lunes, 15 de agosto de 2011
LA VERBENA DE LA PALOMA
La vida transcurre plácidamente en un castizo barrio de Madrid. Dos hermosas dependientas, Susana y Casta, aceptan los galanteos de un maduro boticario, don Hilarión. Esta relación disgusta al joven Julián, que está enamorado de Susana. Todo se complica cuando, el día de la Verbena de la Paloma, las dos jóvenes deciden dejarse acompañar por su viejo admirador. (FILMAFFINITY)
viernes, 5 de agosto de 2011
EL GUARDAESPALDAS
Una cantante famosa que recibe constantes cartas anónimas con amenazas de muerte contrata a un guardaespaldas profesional para que la proteja. Sin embargo, la cantante no está de acuerdo con los métodos empleados por su protector. (FILMAFFINITY)
lunes, 25 de julio de 2011
EL ÚLTIMO MOHICANO
En 1757, a orillas del río Hudson, tropas francesas e inglesas luchan por el dominio de la región. Los ingleses reclutan a los granjeros asentados en esas tierras para formar un ejército capaz de enfrentarse a las tropas franco-indias. Hawkeye -Ojo de halcón- (Daniel Day-Lewis) es un hombre blanco adoptado por los indios mohicanos que vive con su padre (Russell Means) y su hermano Uncas (Eric Schweig). Tras rescatar de una emboscada de los hurones a Cora Munro (Madeleine Stowe) y a su hermana pequeña Alice (Jodhi May), hijas de un oficial británico, los tres deciden acompañarlas al fuerte inglés William Henry, que está siendo asediado por franceses y hurones. Allí les obligan a quedarse con un grupo de británicos que acaban de llegar de las colonias... (FILMAFFINITY)
miércoles, 20 de julio de 2011
EL CONCIERTO (CONCIERTO DE TCHAIKOVSKY PARA VIOLÍN)
Ángel nos proporciones este video cuya música forma parte del film “O Concerto” basado en una historia real que pasó en Rusia en 1980 y nos cuenta la historia de Brezhnev, Andrei Filipov, que era el mejor director de orquesta de la Unión Soviética y dirigía la célebre Orquesta del Bolshoi. Pero en plena gloria, tras renunciar a separarse de sus músicos judíos, entre los que estaba su mejor amigo Sacha, fue despedido. Treinta años después, sigue trabajando en el Bolshoi, pero ahora... como limpiador.
Una noche que Andrei se queda hasta tarde sacando brillo al despacho del jefe supremo encuentra un fax dirigido a la dirección del Bolshoi: se trata de una carta del Teatro de Châtelet invitando a la orquesta oficial a que vaya a dar un concierto a París... De repente, a Andrei se le ocurre una idea loca: ¿por qué no reunir a sus antiguos compañeros músicos, que viven de hacer trabajillos y chapuzas, y llevarlos a París, haciéndoles pasar por el Bolshoi? La tan esperada ocasión de tomarse la revancha por fin ha llegado.
sábado, 16 de julio de 2011
SALVE MARINERA
Salve, Estrella de los mares,
de los mares iris, de eterna ventura.
Salve, ¡oh! Fénix de hermosura
Madre del divino amor.
De tu pueblo, a los pesares
tu clemencia de consuelo.
Fervoroso llegue al cielo y hasta Ti,
y hasta Ti, nuestro clamor.
Salve, salve, Estrella de los mares.
Salve, Estrella de los mares.
Sí, fervoroso llegue al cielo, y hasta Ti,
y hasta Ti, nuestro clamor.
Salve, salve Estrella de los mares,
Estrella de los mares,
salve, salve, salve, salve.
viernes, 8 de julio de 2011
EL VALS DE LAS MARIPOSAS
Música para el recuerdo… complaciendo una petición de nuestro poeta Tinuco.
viernes, 1 de julio de 2011
CANDILEJAS
Es la historia de un viejo actor de teatro, famoso; ya en declive y mayor. Aparece en su vida una bailarina joven que intenta suicidarse, (porque se siente fracasada) y a quien salva la vida y él se convierte en su !Pigmalión", ella por fin se hace famosa, pero él enamorado de ella, al final, no tiene cabida en su mundo...Una triste historia de Amor...pero que hoy sería diferente...Lo que cuenta son los sentimientos y la sinceridad...y el VERDADERO AMOR...TODO LO PUEDE... "Tú llegaste a mí, cuando me voy"...
martes, 21 de junio de 2011
lunes, 20 de junio de 2011
BEETHOVEN - CLARO DE LUNA
No sé si será la melodía más bonita de la historia, pero seguro que te suena, y después de conocer su origen... te resultara aun más maravillosa.
Beethoven, el genial compositor alemán, se encontraba sumido en un estado de infinita tristeza, después de perder a su mecenas, un príncipe germano a quien adoraba. Además, la sordera que sufría era cada vez más intensa, y ya apenas era capaz de oír sonido alguno... Tenía que servirse de una trompetilla incomoda, que le permitía escuchar ligeramente.
Poco a poco fue aislándose del mundo, y se gano así su fama de misántropo. Beethoven cayó en una profunda depresión, y la idea del suicidio empezó a rondar por su cabeza.
Pero un día, en la humilde posada donde vivía, se obro el milagro. Beethoven coincidió con una joven y bella muchacha ciega, a la que conto sus penas, su infinita tristeza y sus ganas de quitarse la vida. La chica le contesto... "tú te quieres morir, y yo daría mi vida entera por poder ver una noche de luna".
Estas palabras emocionaron al compositor, al que se le saltaron las lágrimas... El no podía oír... pero podía ver! Su vida cambio con una simple frase, y decidió plasmar en una obra la belleza de una noche de luna, para que la joven muchacha ciega pudiese ver de esa forma lo maravillosamente bello que resulta contemplar una noche bañada por la claridad de la luna, brillando en el infinito.
Espero que te haya resultado tan bonita la historia como la melodía.
viernes, 3 de junio de 2011
ZAPATEADO DE SARASATE
Sarasate nos deleita con su mundialmente conocido Zapateado, interpretado en esta ocasión por Esther Kim.
sábado, 21 de mayo de 2011
AÚN LA AMO (BLOG DE GUILLE)
Nuevamente te traslado un tema de Guille, que se define a sí mismo como un chico sencillo, que ama la vida. Un soñador con los pies en la tierra, que le gusta reír con los ríen y llorar con los que lloran. Alguien que anhela dejar algo bueno en cada corazón que le conoce. [Para acceder pulsa aquí]
viernes, 13 de mayo de 2011
THE PLATTERS - ONLY YOU
Roberto nos facilita este vídeo, que hará las delicias de algún nostálgico, en el que los Platters interpretan Only You.
viernes, 29 de abril de 2011
EL VIAJE
Querido esposo:
No sé como comunicarme contigo y por eso he decidido escribirte esta carta. Ya sé que es una carta extraña y diferente a todas las que has recibido en toda tu vida, pero créeme, ésta rebosa de un cariño distinto y va dirigida con el amor más puro que he podido dedicarte desde el día que nos conocimos.
Fue dura mi partida, pero sabes que tenía que ser así; era preciso que yo emprendiera ese largo viaje y ni tú siquiera pudiste impedir que yo me marchara. Han pasado largos años desde entonces y sé que estás más viejo. Puedo ver tu cara afilada en la que han nacido surcos profundos de nueva arrugas y tu frente despejada, marchita por el peso de tu edad, coronada de plateados cabellos que sirven del marco a unos ojos cuya mirada se pierde, con frecuencia, en el ensueño de los recuerdos.
Tus largas piernas siempre inquietas, apenas son capaces ya de soportar el peso de tu cuerpo vacilante y cada vez te cuesta más que tus pies te obedezcan cuando quieres ir de un lugar a otro.
No me reproches el que hasta ahora no hayas tenido noticias mías. No era preciso y por eso he dejado correr el tiempo. Sabes que siempre te he querido más que a mi vida y no he dejado de recordarte ni in solo momento desde el día que cogí aquel tren que parecía iba a separarnos para siempre. Puedo asegurarte que pronto estarás conmigo. No, no te digo el día exacto porque es una sorpresa, pero tu billete ya está con la fecha puesta. Vete llenando una buena maleta con las cosas que aquí vas a necesitar, pues cuando menos lo esperes, te darán el aviso de que el viaje ya está listo. No dejes nada para última hora, todavía te queda algún tiempo para reflexionar sobre lo que más te conviene traer y es mejor que empieces a prepararlo todo desde este mismo instante, porque así te encontrarás más sereno y tranquilo.
No temas nada, a mí también me daba miedo separarme de ti, me aterraba dejaros a todos, creía que yo era tan imprescindible, que cuando me di cuenta de que era la hora de marcharme de vuestro lado sentí verdadero pánico. ¿Te acuerdas de mis palabras? ¡Qué solos os vais a quedar!
Tú me consolabas quitando importancia a aquello y diciéndome que no, que todavía faltaba más tiempo del que podíamos imaginar, que mi viaje se demoraría aún bastante. Pero no fue así, no quería irme, pero debía hacerlo y el tren llegó puntual, sin un solo minuto de retraso.
Recuerdo vuestras caras una por una, ya sabéis que me iba para no volver y por eso fuisteis todos a despedirme. Yo sonreía para daros ánimos pero mi sonrisa era un gesto desesperado que me desgarraba en lo más profundo de mi ser. Me mirabais con angustia, en un silencio tan denso, que hasta parecía que nadie respiraba.
Traspasé sola el umbral de aquel vagón y vuestro silencio se convirtió en llanto. Yo noté que me recorría por todo el cuerpo un escalofrío espantoso y perdí el sentido hundiéndome en un mar de oscuridad. Cuando el convoy arrancó emprendiendo una veloz carrera, empecé a salir de mi aturdimiento poco a poco y ya todo parecía distinto, me encontraba más ligera, tenía la sensación de estar flotando más allá de las estrellas, en un vacío sin techo ni fondo. No sabía si soñaba o estaba despierta. Miré a mi alrededor y vi que no había nadie allí. Quise correr y no sentía las piernas, iba a gritar y no salía mi voz.
Fue sólo un momento de pesadilla porque enseguida llegué al final del trayecto.
Al bajar del tren vi en la estación a dos jóvenes que me estaban esperando. Uno era muy bien parecido y de rostro sereno, el otro tenía mirada retorcida y cara adusta. Eran los aduaneros que debían revisar mi equipaje. Entonces sentí vergüenza, mi maleta estaba casi vacía y lo poco que contenía eran trastos inútiles. ¿Cómo había tenido la osadía de hacer tan largo viaje sin apenas lo necesario?
Examinaron detenidamente mis cosas, todo estaba inservible. El muchacho más agradable me clavó sus ojos con ademán de lástima, en tanto que el otro sonreía burlonamente mientras se iba guardando con desparpajo mis sucias prendas, hasta que en una de ellas, apareció una bolita pequeña y reluciente que rodó hasta el suelo. La recogió el otro joven con gesto de júbilo: Era una perla de reducido tamaño pero muy hermosa, cuyo valor, me daba derecho a entrar en la ciudad. Se marchó malhumorado el joven adusto y no supe más de él.
Este país es maravilloso, ya lo verás. Aquí reina la paz y la felicidad sin límites, porque no existe la envidia ni el odio. No hay discriminaciones de ningún tipo entre ricos, pobres, blancos, negros, payos o gitanos. Aquí todos nos consideramos iguales y nadie quiere ser más que otro, simplemente nos amamos conviviendo como hermanos.
Prepárate ya para que no sientas la misma angustia que me tocó para a mí al llegar a las puertas de esta ciudad. Tira tus ropas viejas y vístete con otras nuevas. Llena tu maleta con lo mejor que encuentres, que ya verás como vale la pena.
Adiós cariño, lee despacio esta carta que te escribo sin pluma ni papel, que no precisa sobre ni franqueo pero que te la grabo en tu corazón, para que no olvides ninguna palabra.
Pronto llegará tu último viaje y subirás al tren de la Eternidad. Ten listo un equipaje de buenas acciones para que cuando llegues aquí no se disputen tu alma los aduaneros del Bien y del Mal. A mí me salvó una perla, fue la del arrepentimiento que sentí al verme con las manos vacías ante el inevitable tránsito al país del más allá.
Hasta pronto.
Tu esposa.
Cuento ganador del certamen literario José Calderón Escalada, que fue leído como acto inaugural de las fiestas de San Mateo 86 de Reinosa.
viernes, 22 de abril de 2011
HOTEL CALILFORNIA (EAGLES) CON GUITARRA DE CRISTAL CREADA POR TOMÁS SAIZ
Juanma nos invita a ver este original instrumento creado por Tomás Saiz, un paisano de Bárcena de Pie de Concha, que se ha convertido en un importante artista vidriero, del que podrás saber más pulsando sobre su nombre.
SEMANA SANTA
EL SEÑOR DE LA SALUD (LOS GITANOS)
ORACION AL EL SEÑOR DE LA SALUD POR LOS ENFERMOS
Dulce Jesús: que eres el autor de la vida y en tus manos está la salud de los hombres, no rechaces mi humilde plegaria.
Señor que en los días de tu vida mortal sanaste a cuantos enfermos te invocaron con fe y confianza, animado con tales sentimientos vengo a pedirte concedas la salud a nuestros hermanos enfermos, a fin de que experimentando una vez más tu paternal amor, te sirvan en adelante con más fidelidad y constancia.
Más no se haga mi voluntad sino la tuya.
Virgen santísima, Tú que eres la "Salud de los Enfermos", intercede ante tu hijo por la salud de los enfermos de este día y de esta hora, que con filial confianza imploran tu maternal intercesión. Amén
TRASLADO DEL CRISTO DE LA BUENA MUERTE
EL NOVIO DE LA MUERTE
Nadie en el Tercio sabía
quien era aquel legionario
tan audaz y temerario
que a la Legión se alistó.
Nadie sabía su historia,
más la Legión suponía
que un gran dolor le mordía
como un lobo, el corazón.
Más si alguno quien era le preguntaba
con dolor y rudeza le contestaba:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera;
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tal leal compañera.
Cuando más rudo era el fuego
y la pelea más fiera
defendiendo su Bandera
el legionario avanzó.
Y sin temer al empuje
del enemigo exaltado,
supo morir como un bravo
y la enseña rescató.
Y al regar con su sangre la tierra ardiente,
murmuró el legionario con voz doliente:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera;
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tal leal compañera.
Cuando, al fin le recogieron,
entre su pecho encontraron
una carta y un retrato
de una divina mujer.
Y aquella carta decía:
"...si algún día Dios te llama
para mí un puesto reclama
que buscarte pronto iré".
Y en el último beso que le enviaba
su postrera despedida le consagraba.
Por ir a tu lado a verte
mi más leal compañera,
me hice novio de la muerte,
la estreché con lazo fuerte
y su amor fue mi ¡Bandera!
sábado, 16 de abril de 2011
VIVALDI-LAS CUATRO ESTACIONES- PRIMAVERA (Allegro)
Ya floreció el avellano
y está brotando el romero
y escondido en un manzano
hay un nido de jilguero.
Baja el río con lozanía,
canta el cuco en las laderas,
se nota que es Primavera
al orto de cada día.
Las aliagas de amarillo
rebrotan porque no hay nieve
y ese chaparrón que llueve
le pone al musgo mantillo.
Huele a genciana y a menta
que el aire lleva en su seno,
el ambiente está sereno,
la vida transcurre lenta.
Y las brisas mañaneras
dan frescura a la campiña.
el sol con su luz ya guiña
por sus cotas altaneras.
Se remangan la camisa
los mozos con mucho brío;
de mañana al ir a misa,
por la tarde al labrantío.
Las mozas peinan amores
bajo el laurel de los sueños;
con el semblante risueño
que saben poner las flores.
Se vuelve el anciano mozo,
ríe aquel que estaba triste,
hay un todo que persiste
por darle a todo su gozo.
Por los tornos del balcón
la enredadera “abrilea”
y un miruello se recrea
con los píos de su canción.
Canta el gallo entre gallinas,
muge la vaca preñada,
hay una zarza enredada
y es más verde la colina.
Se abanica el arbolado
con hojas que hacen un rito,
y hasta el mismo Dios bendito
sonríe por lo creado.
Y a la sombra de mi ser,
apacible, yo me siento
y disfruto de un momento
que debo de agradecer.
Pues no quiero pedir más,
aquí están mis alegrías,
suerte tengo si hay más días…
días de estos que Abril da.
Tinuco
miércoles, 13 de abril de 2011
J.S.BACH-TOCCATA E FUGA (Interpretado por Robert Tiso)
Ángel nos proporciona la posibilidad de escuchar música con otro instrumento diferente de los habituales, como puede ser este “arpa de cristal”.
sábado, 26 de marzo de 2011
MARIAGE D'AMOUR (Pablo De Senneville)
Impresionante actuación la que podremos disfrutar en este vídeo que nos ha remitido Raúl.
lunes, 28 de febrero de 2011
LAS NUEVE MENOS CUARTO
En Los Corrales tenemos un grupo de teatro del que sentirnos orgullosos.
Miguel, integrante de la compañía de teatro amateur " Nueve menos Cuarto" (que así es como se llama la compañía), nos cuenta el recorrido artístico de la misma.
Empezamos con la obra Fuenteovejuna, luego con una adaptación de " Sueños de una noche de verano" llamada "Los dos sueños", mas tarde con "La Celestina" y por último "El amor de Perlimplín con Melisa en el jardín" de Lorca, ésta última se estrenó el sábado 19 en el teatro de Corrales y luego actuamos en Noja con un éxito total tanto de público como artístico.
De ciento y pico grupos que se presentaron en el Certamen Nacional de Teatro Amateur de Benavente (Zamora) y del certamen de La Granja de San Idelfonso (Segovia) estuvimos seleccionados nosotros en los dos. Después de actuar hemos estado nominados para tres premios en Benavente y para dos en La Granja yaunque no tuvimos ninguno de los premios, si tuvimos mucho éxito.
En Los Corrales existe otro grupo, que también cosecha muchos éxitos que se llaman Min + y está compuesto sólo por mujeres de asociación "Mujeres de Buelna”.
sábado, 26 de febrero de 2011
viernes, 28 de enero de 2011
lunes, 17 de enero de 2011
¿Y QUÉ MÁS?
Prohibamos beber alcohol
En los desahumados bares,
Por si se queja el abstemio
Y nos llama criminales.
Prohibamos también, entonces,
La música en los locales,
Ya que al no gustar a todos
Fomenta desigualdades.
Quememos de paso, libros
De las universidades,
No se queje algún sociata
De falta de necedades.
Por si el rezo de los curas
Hiere sensibilidades,
Cambiemos también al dios
Que rezaron nuestros padres:
Ahora se llamará Ala
Y nosotros, musulmanes.
No sea que se nos enfaden
Inmigrantes ilegales.
Óscar Elvira Verdugo
domingo, 2 de enero de 2011
LA MATANZA DEL CHON (CUENTO TRADICIONAL)
Javier nos facilita este cuento, del que es autor Aurelio García González , que fue el ganador del VIII CONCURSO DE CUENTO POPULAR CAMPURRIANO FRESNO DEL RIO – CAMPOO DE ENMEDIO – CANTABRIA.
Dice así:
Matar el ‘chon’ era la especialidad del tío Fanio. Todo el pueblo acudía a él cuando, allá por San Martín, se hacía necesario ocuparse de este menester con el fin de abastecer las despensas de cada casa, ahora que el invierno se echaba encima ‘con el morru foscu’ y las nieves ya en los altos, amenazaban con descender de nivel en el momento más inesperado.
La carne curada del ‘chon’ en sus diversas especialidades: tocino, chorizo, morcilla, jamón, lomo, etc., era la base principal de la subsistencia, cuando la nieve se acumulaba durante días y nunca se sabía cuándo sería posible salir más ‘alante’ del corral, en busca de otros alimentos.
Y daba mucho de sí. Tanto que ‘mirando un pocu por ello’, es decir, cenando a menudo unas patatucas con sebo y una taza de leche recién ordeñá de la ‘Magita’, casi siempre sobraban unos cuantos chorizucos en aceite p’allá, p’al veranu. A la hora de ‘echar las diez’ en el prau, en plena faena de la siega, un chorizuco con pan y unos buenos tragos de la bota, sabían a gloria. Además, haciendo honor al adagio que reza ‘del cerdo son exquisitos hasta los andares’, no se desaprovechaba nada. Todo estaba rico y proporcionaba calorías más que suficientes para enfrentarse cada día al duro invierno.
Por eso la labor de matar el ‘chon’ nunca se olvidaba, ni se posponía más de lo estrictamente necesario. Y cuando, por San Martín, empezaban las heladas fuertes era el momento idóneo para tal menester, pues estaba garantizada la nevera natural. La única que había entonces para curar la carne.
Cuidado y alimentado durante gran parte del año con las peladuras de las patatas, bien cocidas en el calderu del ‘chon’ y acompañadas en el ‘cocinu’ con unos ‘salvaos y un pocu harinilla, ¡pocu!’, cuando llegaba el veranillo de San Martín, que para los no versados aclaramos que es alrededor del 11 de noviembre, ya había ‘cogido’ doce ó trece arrobas y estaba en su punto para ser sacrificado.
Y es aquí, cabalmente, donde arranca la singular historia que hoy pretendemos contar, ‘pa mayor gloria de Dios Nuestro Señor’ y de las tradiciones de nuestra tierra, por lo que ruego a mis amables lectores que se armen de paciencia y traten de seguirme en esta breve incursión en un pasado que en muchos hogares de Campoo es todavía presente.
El tío Fanio ya había sido avisado por ‘la su paisana’. El domingo tenía que matar el chon de casa. –Ya sabes, Fanio, que pronto empezarán a llamarte tós los vecinos pa que les mates el chon y no quiero que pase como tós los años que el nuestru se queda siempre p'al última.
Ya estaba ‘tó preparau pa después de misa’. Una botellota de orujo pa los hambrones, con unas galletas ‘pa que pase bien’, y otra, no menos grande, pero bien solapada entre los cacharros del vasar, pa las señoras, que se la iban vaciando, ‘pocu a pocu, pa no dar que decir’, mientras preparaban el mondongo de las morcillas.
Unos argumizos para requemar la piel del chon, unos cuchillos especiales para ‘raerla’ y los ‘cachos de teja’ para rematar la faena, frotando con ellos aquella piel previamente quemada y remojada con agua. Con todos estos requisitos se pretendía, y se lograba, que en el momento de abrirlo en canal, el chon pareciera recién salido de la barbería. Así de limpiu y acicalau quedaba. Todo estaba ya allí esperando la hora del sacrificio.
Del cuchillu de matar no había que preocuparse. Lo llevaba siempre, a cada casa, el tío Fanio. Bien afilau pa no hacer sufrir al ‘probe bichu’ sino lo estrictamente necesario. En esto era muy meticuloso: -Yo no conozco más cuchillu de matar que el míu. El chon no tardará en abandonanos ni un segundu más de la cuenta. Te lo digo yo que ya he ‘matao la parte’ con él.
Sobre ese particular el tío Fanio era presuntuoso. –Pos a pocu que me apuréis –había comentado más de una vez en la taberna del pueblo- yo sólu mataría cualquier chon. Sin ayuda de nadie. A no ser que sea grande como una vaca y, aún así, habría que ‘velo’. -Sus convecinos no osaban contradecirle. Aunque les parecía una fantochá no se lo discutían por si acaso. Conocían muy bien sus habilidades. Y sus fallos. De él podía esperarse cualquier cosa. Y eso fue lo que sucedió aquél domingo. Cualquier cosa.
A las siete de la mañana todo el pueblo se fue a la iglesia. Había que cumplir con el precepto dominical. Todos menos el tío Fanio. Él era, ‘de suyo’, un poco roju y toas esas cosas de la iglesia ‘como que no le tiraban muchu’. La su parienta ya lo había dejao por imposible: -¡Te vas a condenar, neciu! Irás al infiernu de cabeza.
El caso es que mientras todo el pueblo estaba en misa, como queda dicho, el tío Fanio se propuso hacer bueno lo que tantas veces había dicho en la taberna: matar el chon, él sólu, pa dejar boquiabiertos a tós los vecinos cuando lo vieran a la salida de misa. Y así, sin encomendarse a Dios ni al diablo, se puso manos a la obra. Cuerda en ristre se metió en el cubil y en un periquete trabó al chon de tal modo que éste se dejó arrastrar hasta la mesa sin resistencia apreciable, aunque con tan desaforados gruñidos que los que estaban en la iglesia se miraban unos a otros no menos espantados que interrogantes.
Con ayuda de otra cuerda que previamente había pasado por la viga en la vertical de la mesa, alzó el chon hasta ésta, sin grandes esfuerzos al parecer. -Lo pior ya está hecho -se dijo satisfecho y orondo-. Ahora sólo tengo que amarrar bien esta cuerda a la balaustrá de la escalera y listo. ¡A pinchale!
Con su habitual destreza pinchó en el lugar exacto, a pesar de los inevitables movimientos del chon, que se redoblaron al sentir éste el aguijonazo del acero. Y aquí empezó lo que para cualquiera que no fuera el tío Fanio hubiera sido una tragedia y para él sólo fue una anécdota. En una de las innumerables tarascás del chon la balaustrada cedió.
Y mientras el tío Fanio removía cachazudamente la sangre para que no se coagulase, el chon se levantó de la mesa como una exhalación y arrastrando consigo una buena parte de la balaustrada salió por la puerta abierta del corral como alma que se lleva el diablo.
Ante los pasmados ojos de los vecinos, que en ese momento salían de la iglesia, pasó al galope tendido un chon que, dejando un reguero de sangre, arrastraba una balaustrada carretera abajo. Y mientras, atónitos, comentaban el suceso, apareció por la puerta ‘del su corral’ el tío Fanio ¡con la pareja recién ‘uncía’ tirando del carro!
-¡No hace falta que nadie me diga pa ónde ha tirao el chon! Así que tós a callar, que esi mu lejos no ha ido. ¡Si lo sabré yo! Y dicho ésto dirigió a las vacas carretera abajo siguiendo el rastro de sangre.
Algunos se preguntaban cómo se las arreglaría el tío Fanio para cargar en el carro un chon de casi trece arrobas. Y para salir de dudas lo siguieron solapadamente para no herir su sensibilidad. A no más de doscientos metros, tras la curva, vieron detenido el carro. El tío Fanio destrabó a la pareja uncida del carro y calzó ésti bien calzau, ‘argallándolo’ después. Amarró una cuerda al yugo, pasóla por encima del carro y, por detrás la amarró a las patas del chon, que, tal como vaticinara el tío Fanio, ya había fallecido con tós los honores. Y a continuación arreó a las vacas que en un periquete arrastraron al chon ‘cuesta arriba por el carru argallau’, hasta tenerlo encima. Luego tó fue coser y cantar. Bajar el cabezón hasta apoyarlo en el ‘rapaz’, volver a enganchar las vacas, echar arriba el ‘cachu balaustrá’ y hacer la entrada triunfal en el pueblu, orgulloso y circunspecto, saludando a tós pa hacerse notar debidamente y pa que se fijaran, de pasu, en la hermosura de chon que traía en el carro.
No faltaron algunos cometarios ‘con perdigón loberu’: -Pero Fanio, por Dios, ¡mira que aprovecharte de que tós estamos en misa pa afanar un chon! Vaya pelaje que estás descubriendo. ¡Quién lo iba a decir, hombre!
-El chon nos lo vamos a comer yo y la Ción, así que no insistáis por esi caminu. Pero si algunu viene por casa, está invitao a un pelotazu de orujo y así, de pasu, veréis el morru que me pone la mencioná. Ya habrá visto la balaustrá rota. Que Dios me pille confesau. Por suerte el chon está bien muertu y no podrá testificar en contra mía. Ya no serán dos contra unu… gruñendo.
“La vejez quizá nos libre de la tiranía de
algunas pasiones, pero no nos librará
de echarlas de menos.”
Manuel Alcántara
PRIMER PREMIO.
VIII CONCURSO DE CUENTO POPULAR CAMPURRIANO.
FRESNO DEL RIO – CAMPOO DE ENMEDIO – CANTABRIA.
Autor: Aurelio García González – (OILE – RUA).
18 de marzo de 2007.
Dice así:
Matar el ‘chon’ era la especialidad del tío Fanio. Todo el pueblo acudía a él cuando, allá por San Martín, se hacía necesario ocuparse de este menester con el fin de abastecer las despensas de cada casa, ahora que el invierno se echaba encima ‘con el morru foscu’ y las nieves ya en los altos, amenazaban con descender de nivel en el momento más inesperado.
La carne curada del ‘chon’ en sus diversas especialidades: tocino, chorizo, morcilla, jamón, lomo, etc., era la base principal de la subsistencia, cuando la nieve se acumulaba durante días y nunca se sabía cuándo sería posible salir más ‘alante’ del corral, en busca de otros alimentos.
Y daba mucho de sí. Tanto que ‘mirando un pocu por ello’, es decir, cenando a menudo unas patatucas con sebo y una taza de leche recién ordeñá de la ‘Magita’, casi siempre sobraban unos cuantos chorizucos en aceite p’allá, p’al veranu. A la hora de ‘echar las diez’ en el prau, en plena faena de la siega, un chorizuco con pan y unos buenos tragos de la bota, sabían a gloria. Además, haciendo honor al adagio que reza ‘del cerdo son exquisitos hasta los andares’, no se desaprovechaba nada. Todo estaba rico y proporcionaba calorías más que suficientes para enfrentarse cada día al duro invierno.
Por eso la labor de matar el ‘chon’ nunca se olvidaba, ni se posponía más de lo estrictamente necesario. Y cuando, por San Martín, empezaban las heladas fuertes era el momento idóneo para tal menester, pues estaba garantizada la nevera natural. La única que había entonces para curar la carne.
Cuidado y alimentado durante gran parte del año con las peladuras de las patatas, bien cocidas en el calderu del ‘chon’ y acompañadas en el ‘cocinu’ con unos ‘salvaos y un pocu harinilla, ¡pocu!’, cuando llegaba el veranillo de San Martín, que para los no versados aclaramos que es alrededor del 11 de noviembre, ya había ‘cogido’ doce ó trece arrobas y estaba en su punto para ser sacrificado.
Y es aquí, cabalmente, donde arranca la singular historia que hoy pretendemos contar, ‘pa mayor gloria de Dios Nuestro Señor’ y de las tradiciones de nuestra tierra, por lo que ruego a mis amables lectores que se armen de paciencia y traten de seguirme en esta breve incursión en un pasado que en muchos hogares de Campoo es todavía presente.
El tío Fanio ya había sido avisado por ‘la su paisana’. El domingo tenía que matar el chon de casa. –Ya sabes, Fanio, que pronto empezarán a llamarte tós los vecinos pa que les mates el chon y no quiero que pase como tós los años que el nuestru se queda siempre p'al última.
Ya estaba ‘tó preparau pa después de misa’. Una botellota de orujo pa los hambrones, con unas galletas ‘pa que pase bien’, y otra, no menos grande, pero bien solapada entre los cacharros del vasar, pa las señoras, que se la iban vaciando, ‘pocu a pocu, pa no dar que decir’, mientras preparaban el mondongo de las morcillas.
Unos argumizos para requemar la piel del chon, unos cuchillos especiales para ‘raerla’ y los ‘cachos de teja’ para rematar la faena, frotando con ellos aquella piel previamente quemada y remojada con agua. Con todos estos requisitos se pretendía, y se lograba, que en el momento de abrirlo en canal, el chon pareciera recién salido de la barbería. Así de limpiu y acicalau quedaba. Todo estaba ya allí esperando la hora del sacrificio.
Del cuchillu de matar no había que preocuparse. Lo llevaba siempre, a cada casa, el tío Fanio. Bien afilau pa no hacer sufrir al ‘probe bichu’ sino lo estrictamente necesario. En esto era muy meticuloso: -Yo no conozco más cuchillu de matar que el míu. El chon no tardará en abandonanos ni un segundu más de la cuenta. Te lo digo yo que ya he ‘matao la parte’ con él.
Sobre ese particular el tío Fanio era presuntuoso. –Pos a pocu que me apuréis –había comentado más de una vez en la taberna del pueblo- yo sólu mataría cualquier chon. Sin ayuda de nadie. A no ser que sea grande como una vaca y, aún así, habría que ‘velo’. -Sus convecinos no osaban contradecirle. Aunque les parecía una fantochá no se lo discutían por si acaso. Conocían muy bien sus habilidades. Y sus fallos. De él podía esperarse cualquier cosa. Y eso fue lo que sucedió aquél domingo. Cualquier cosa.
A las siete de la mañana todo el pueblo se fue a la iglesia. Había que cumplir con el precepto dominical. Todos menos el tío Fanio. Él era, ‘de suyo’, un poco roju y toas esas cosas de la iglesia ‘como que no le tiraban muchu’. La su parienta ya lo había dejao por imposible: -¡Te vas a condenar, neciu! Irás al infiernu de cabeza.
El caso es que mientras todo el pueblo estaba en misa, como queda dicho, el tío Fanio se propuso hacer bueno lo que tantas veces había dicho en la taberna: matar el chon, él sólu, pa dejar boquiabiertos a tós los vecinos cuando lo vieran a la salida de misa. Y así, sin encomendarse a Dios ni al diablo, se puso manos a la obra. Cuerda en ristre se metió en el cubil y en un periquete trabó al chon de tal modo que éste se dejó arrastrar hasta la mesa sin resistencia apreciable, aunque con tan desaforados gruñidos que los que estaban en la iglesia se miraban unos a otros no menos espantados que interrogantes.
Con ayuda de otra cuerda que previamente había pasado por la viga en la vertical de la mesa, alzó el chon hasta ésta, sin grandes esfuerzos al parecer. -Lo pior ya está hecho -se dijo satisfecho y orondo-. Ahora sólo tengo que amarrar bien esta cuerda a la balaustrá de la escalera y listo. ¡A pinchale!
Con su habitual destreza pinchó en el lugar exacto, a pesar de los inevitables movimientos del chon, que se redoblaron al sentir éste el aguijonazo del acero. Y aquí empezó lo que para cualquiera que no fuera el tío Fanio hubiera sido una tragedia y para él sólo fue una anécdota. En una de las innumerables tarascás del chon la balaustrada cedió.
Y mientras el tío Fanio removía cachazudamente la sangre para que no se coagulase, el chon se levantó de la mesa como una exhalación y arrastrando consigo una buena parte de la balaustrada salió por la puerta abierta del corral como alma que se lleva el diablo.
Ante los pasmados ojos de los vecinos, que en ese momento salían de la iglesia, pasó al galope tendido un chon que, dejando un reguero de sangre, arrastraba una balaustrada carretera abajo. Y mientras, atónitos, comentaban el suceso, apareció por la puerta ‘del su corral’ el tío Fanio ¡con la pareja recién ‘uncía’ tirando del carro!
-¡No hace falta que nadie me diga pa ónde ha tirao el chon! Así que tós a callar, que esi mu lejos no ha ido. ¡Si lo sabré yo! Y dicho ésto dirigió a las vacas carretera abajo siguiendo el rastro de sangre.
Algunos se preguntaban cómo se las arreglaría el tío Fanio para cargar en el carro un chon de casi trece arrobas. Y para salir de dudas lo siguieron solapadamente para no herir su sensibilidad. A no más de doscientos metros, tras la curva, vieron detenido el carro. El tío Fanio destrabó a la pareja uncida del carro y calzó ésti bien calzau, ‘argallándolo’ después. Amarró una cuerda al yugo, pasóla por encima del carro y, por detrás la amarró a las patas del chon, que, tal como vaticinara el tío Fanio, ya había fallecido con tós los honores. Y a continuación arreó a las vacas que en un periquete arrastraron al chon ‘cuesta arriba por el carru argallau’, hasta tenerlo encima. Luego tó fue coser y cantar. Bajar el cabezón hasta apoyarlo en el ‘rapaz’, volver a enganchar las vacas, echar arriba el ‘cachu balaustrá’ y hacer la entrada triunfal en el pueblu, orgulloso y circunspecto, saludando a tós pa hacerse notar debidamente y pa que se fijaran, de pasu, en la hermosura de chon que traía en el carro.
No faltaron algunos cometarios ‘con perdigón loberu’: -Pero Fanio, por Dios, ¡mira que aprovecharte de que tós estamos en misa pa afanar un chon! Vaya pelaje que estás descubriendo. ¡Quién lo iba a decir, hombre!
-El chon nos lo vamos a comer yo y la Ción, así que no insistáis por esi caminu. Pero si algunu viene por casa, está invitao a un pelotazu de orujo y así, de pasu, veréis el morru que me pone la mencioná. Ya habrá visto la balaustrá rota. Que Dios me pille confesau. Por suerte el chon está bien muertu y no podrá testificar en contra mía. Ya no serán dos contra unu… gruñendo.
“La vejez quizá nos libre de la tiranía de
algunas pasiones, pero no nos librará
de echarlas de menos.”
Manuel Alcántara
PRIMER PREMIO.
VIII CONCURSO DE CUENTO POPULAR CAMPURRIANO.
FRESNO DEL RIO – CAMPOO DE ENMEDIO – CANTABRIA.
Autor: Aurelio García González – (OILE – RUA).
18 de marzo de 2007.
sábado, 1 de enero de 2011
MARCHA RADETZKY
Con esta conocida marcha tradicionalmente se cierra el mundialmente famoso Concierto de Año Nuevo, que la mayoría de las televisiones emiten desde Viena.
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